La primera inmersión de la temporada del 2022 fue en el espigón de la playa de filipinas, en Viladecans. No tenía demasiado tiempo y sí alguna prisa por probar la nueva cámara, así que me dejé llevar por la intuición y aparecí en un lugar que me llevó hasta mi niñez. Allí cogíamos mejillones de roca excelentes, y también cangrejos y cabras. Incluso algún pulpo cayó en nuestras manos. Siempre veíamos bancos de lisas y herreras, salmonetes y otras muchas especies.
Sin embargo, hoy no había más que unos raspallones y una lubina al acecho. El agua estaba clara, pero llena de partículas en suspensión, muchas de ellas, probable y desafortunadamente, microplásticos.
Toda una experiencia regresar a este lugar para encontrarme todo tan cambiado, pero al mismo tiempo todavía tan vivo. Allí estuve un buen rato siguiendo a los peces y probando las diferentes opciones de la nueva cámara, aprendiendo a utilizarla.