La playa de las Amoladeras, en el Cabo de Gata (Almería), es una extensa playa de arena y grava. No cuenta con servicios de ningún tipo y suele estar poco frecuentada. Si la Mar lo permite, es un buen sitio para hacer una inmersión diferente.
Nada más entrar en la inmensa masa de agua nos vimos rodeados de peces. Sobre todo habían raspallones, salemas y obladas, aunque también pudimos ver algún serrano, julias y castañuelas nadando entre las placas de piedra y bancos de arena. El paisaje era de otro planeta. Tras un rato disfrutando de la zona baja, me dirigí mar adentro. Ya no había rocas, solo una extensión de arena hasta donde la vista tras la máscara podía alcanzar en el gran azul. Llegado a un punto en el que estimé la profundidad en 5 o 6 metros, de repente me sorprendió una forma totalmente desconocida. Al bajar para hacer la foto el extraño animal abrió sus "alas de colores" y salió disparado hacia adelante. Todavía emocionado comprobé en la superficie si lo había capturado...y luego me dirigí hacia la orilla. Aunque hubo alguna otra sorpresa, el encuentro con la Chicharra o Golondrina de Mar fue una experiencia inolvidable.